"Los Juegos de Sochi han sido la perfección en la organización”


( 23/02/2014 20:17)

Con una brillante ceremonia de clausura han concluido hoy domingo, 23 de febrero, los XXII Juegos Olímpicos de Invierno en la ciudad rusa de Sochi. Ha sido 17 días espectaculares de competición donde ha quedado patente que los organizadores han echado el resto para que todo fuera un éxito.

Si por algo era conocida Sochi, a orillas del Mar Negro, era por sus balsámicas aguas y por ser un referente de vacaciones veraniegas. Pero la candidatura rusa consistía en construir de la nada unas maravillosas instalaciones deportivas y civiles que permitieran, una vez finalizados los Juegos, que la poderosa armada rusa de deportes de invierno tuviera una sede permanente de preparación y que la zona se convirtiera en un resort de vacaciones invernales al nivel de los países punteros en la materia.

Construir todo de la nada supuso una inversión faraónica, la mayor en unos Juegos Olímpicos, tanto de invierno como de verano.

El Comité Olímpico Español acudió a estos Juegos con una delegación compuesta por 20 deportistas. 15 pertenecientes a la Real Federación Española de Deportes de Invierno, y 5 pertenecientes a la Federación Española de Deportes de Hielo.

La mejor baza española para subirse al podio residía en el patinador Javier Fernández. Nuestro abanderado realizó un programa corto por debajo de sus posibilidades, y en el programa largo, donde ya rindió acorde a lo esperado, tuvo la mala fortuna de que un patinador kazajo estuviera especialmente brillante y se alzara con la tercera plaza tras el japonés Hanyu y el canadiense Chan.

Una magnífica cuarta plaza y Diploma Olímpico que deja un sabor agridulce, porque Javi contaba con un nivel digno de medalla olímpica. El madrileño, ejemplo de deportista y de persona, se lo tomó como una lección para los próximos Juegos Olímpicos.

El hielo siguió dándonos alegrías con la pareja formada por Sara Hurtado y Adriá Díaz, quienes rindieron a muy alto nivel, entusiasmandoa propios y extraños, y consiguieron la mejor plaza de un debut en el Patinaje olímpico español, y con el madrileño Javier Raya, quien estuvo a punto de colarse en la final de la especialidad.

Ander Mirambell tuvo una actuación acorde con los resultados que ha estado obteniendo esta temporada. El mismo, se mostraba insatisfecho con lo conseguido y abría ahora un periodo de reflexión de cara a los próximos meses.


En el apartado de los deportes de nieve hay que destacar las prestaciones de Queralt Castellet y Lucas Eguibar.

La snowboarder catalana compitió en la ronda clasificatoria de manera brillante, lo que presagiaba un muy buen resultado en la final. El puesto 11 en el que quedó clasificada no hace justicia al nivel demostrado, pero en una especialidad como el Halfpipe las caídas son un factor muy importante.

También lo son en el Snowboard Cross, donde Regino Hernández y Laro Herrero tuvieron el sinsabor de sufrirlas. Finalmente Lucas Eguibar ocupó la séptima plaza dando la sensación de que en sus piernas había, por lo menos, un puesto en la final. Otro Diploma Olímpico que nos hace albergar esperanzas, ya que la juventud de los nuestros presagia un futuro muy prometedor.

El fondo estuvo protagonizado por el vasco Imanol Rojo, el cántabro Javier Gutiérrez y la catalana Laura Orgué. Nuestros representantes rindieron en la línea de sus últimas actuaciones internacionales. Fue Laura la que estuvo por encima de sus expectativas y la que vio recompensado su esfuerzo mejorando los objetivos previstos con antelación, obteniendo una excelente décima plaza en los 30 km. Cerraron la participación de la delegación española los dos fondistas, Imanol acabó en el puesto 33 y Javier en el 47 de los 50 km.


En la misma línea de Laura compitió nuestra representante en Biatlón, la joven granadina Victoria Padial, quien está manteniendo una progresión en sus resultados digna de elogio. En la misma modalidad hizo su debut en unos Juegos Olímpicos el aragonés Víctor Lobo, quien se mostró muy satisfecho por haber tenido la oportunidad de vivir una experiencia única.

En el apartado del Esquí Alpino las mayores esperanzas estaban depositadas en el rendimiento de la granadina Carolina Ruiz. Lamentablemente nuestra deportista no pudo finalizar ninguna de las dos pruebas en las que participó. Lo que más le dolió a Carolina es no haber podido demostrar su nivel en los que seguramente, como ella declaró, fueron sus últimos Juegos.

La armada masculina, compuesta por Paul de la Cuesta, Pol Carreras, Ferrán Terra y Alex Cuesta, no estuvieron en la línea de lo esperado, debido a los riesgos que tomaron por mejorar sus marcas personales y ofrecer lo mejor de sí mismos en los Juegos, sufrieron consecutivas caídas que les aparataron de llegar a la meta final.

Katia Griffiths debutó, al igual que su especialidad, el Freestyle Halfpipe, en una cita olímpica. Su puesto, el 16 cabe considerarlo como muy meritorio.

El presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco se mostró convencido de que "hay futuro y en Pyeongchang habrá medallas”

Indicó que en Sochi la mejoría del hielo ha sido sensacional. Javier Fernández fue cuarto y acabó catorce en Vancouver 2010 y en Patinaje Sara Hurtado y Adriá Díaz terminaron trece.

También destacó la evolución de otros integrantes del equipo español en modalidades de nieve como Queralt Castellet y Lucas Eguibar, ambos en Snowboard, junto a Laura Orgue (Esquí de Fondo) y Victoria Padial (Biatlón).

Finalmente elogió el desarrollo al completo de la cita que acaba de celebrar la ciudad rusa, y concluyó que "los Juegos de Sochi han sido la perfección en la organización. En cuanto a medios, seguridad y organización hay que ponerles un diez".

Los Juegos llegaron a su fin con una Ceremonia de Clausura de nivel similar a la de Inauguración, con la sensible diferencia de que, en esta ocasión, los deportistas indios ya pudieron desfilar bajo la bandera de su país, y lo más importante, centrados exclusivamente en el deporte. La abanderada del equipo español fue la fondista barcelonesa Laura Orgué.

Las hazañas de los atletas, sus records, y aquellos momentos épicos que forman parte del monumental legado de los Juegos Olímpicos, fueron, como no podía ser de otra manera, el foco de atención de los millones de personas que siguieron las competiciones a través de los medios de comunicación y las redes sociales.

La seguridad fue máxima, la política no interfirió en el deporte, las instalaciones modélicas, y los alojamientos en las Villas Olímpicas para deportistas estuvieron a la altura de una cita de estas características.

Los Juegos fueron también un éxito porque se volvieron a romper los records de audiencia de espectadores en todas y cada una de las modalidades, las diferentes redes sociales sufrieron una explosión sin precedentes, y los voluntarios ofrecieron una magnífica imagen a toda la familia olímpica.

Sochi pasó a la historia como un éxito organizativo que la ciudad coreana de Pyeongchang intentará batir dentro de cuatro años.