Presentaron el acto Don Carlos Hernández Shafler, Presidente de la Academia Olímpica Mexicana y Don Conrado Durantez Presidente de la Real Academia Olímpica Española y Presidente de la Asociación Panibérica de Academias Olímpicas. que a su vez inauguro el Primer Seminario Internacional.

Participaron 108 personas de diferentes países: España (Córdoba, Murcia, Madrid), Perú, Cuba, Montevideo, Colombia,… y Seis Centros de Estudios Olímpicos, 16 profesores universitarios, cuatro Responsables de Deportes de diferentes Ayuntamientos (Córdoba, Alcalá de Henares, Madrid-España-, Montevideo, Colombia, Bogotá,… -Países Centro y Sub Americanos.)

Los ponentes, destacaron: “…el papel del entrenador como responsable de la orientación del deportista en el deporte elegido y en la vida… como el deporte te va formando, te va forjando, te hace “ser capaz”; tu vida cotidiana, tu vida diaria, con el deporte, es muy diferente... ” (Dani Molina). Remarcaron: “…el rol del entrenador es muy variado: asesor, instructor, mentor, facilitador, motivador, amigo, planificador, fuente del conocimiento…” (Rodolfo González de Alba). “…Manifestamos satisfacción, expresamos alegría, confianza,… cuando consecuencia del buen rendimiento cumplimos nuestras expectativas y las expectativas del entrenador…” (Paula carpintero). “…Cuando percibo que perfecciono un gesto, que rindo más, cuando progreso, cuando supero una gran carga de trabajo, ostento seguridad en mí misma, en mis fuerzas, y alcanzo un elevado grado de motivación… Sin embargo en otros momentos nos vemos sometidas a tensiones fuertes y prolongadas… aparecen emociones negativas, desgana, desmotivación, lo que afecta al entrenamiento y consecuentemente al rendimiento… en esos instantes aparece esa figura que facilita, que nos empuja, que nos asesora,… el entrenador” (Vanessa de Alba)

“…No siempre es fácil conciliar estudios y práctica deportiva, no siempre encontramos ayudas para desplazarnos a los campeonatos, a encuentros Internacionales,… pero, esto no nos impide seguir… Eso si, cuando venimos con un récord, hemos vencido en un campeonato Internacional, a veces llegamos con la medalla, nos sentimos héroes por un día, muchos reconocimientos, pero nosotros, vuelta a empezar para la próxima competición, para el próximo encuentro,… muchas horas acumuladas para la preparación, para demostrar en un corto instante nuestro mejor rendimiento: la marca, los puntos, vencer al equipo contrincante. Y a pesar de todo, siempre nos disponemos a cumplir el lema “Citius, Altius, Fortius”… “más rápido, más alto, más fuerte”… respondemos a la llamada como deportistas a esforzarnos por la excelencia personal, en todo lo que hacemos en el día a día. A enorgullecernos, a emocionarnos cuando estamos en el pódium y oímos nuestro himno, y nuestra bandera sube al mástil.

A modo de conclusión:

Los estados emocionales son el motor del ser humano, forman parte de nuestra existencia y sin ninguna duda condicionan nuestras acciones. Cuando practicamos deporte de forma sistemática surgen estados emocionales, que afectan de manera considerable el comportamiento del deportista, con gran incidencia en sus conductas motrices, de ahí la gran necesidad de considerar la gran transcendencia que tienen las emociones para emplearlas, utilizarlas correctamente tanto en el entrenamiento como en la competición. El entrenador, juega un papel esencial para facilitar, proporcionar al deportista procesos de control sobre sus diferentes estados afectivos.