IX JJ.OO. Amsterdam 1928


IX JUEGOS - AMSTERDAM 1928
Coubertín había anunciado su retirada como Presidente del COI, ante el acusado crecimiento del profesionalismo encubierto que, a su juicio, minaba los valores morales, éticos y pedagógicos del deporte. Por otra parte, se acrecentaban los ostensibles movimientos de politización del propio deporte poniendo en peligro el espíritu con el que nacieron los Juegos de la Era Moderna.
Para el barón “el enemigo común es el profesionalismo”. Cuando se procede a la renovación de cargos, a sabiendas todos los miembros del COI de la negativa de Coubertin a ser reelegido, la votación revela de nuevo el nombre del visionario Barón, quien rechaza la nominación. Intentan convencerle pero se mantiene en su posición por lo que transcurrido cierto tiempo se precisa una segunda votación que se efectúa por correo y en la que el 28 de de mayo de 1925 en Praga se da a conocer el nombre del heredero: Conde Baillet-Latour, personaje que presidiría estos IX Juegos de Ámsterdam. Coubertin –enfermo- no llegaría a ver la llama olímpica en la denominada Venecia del Norte. Pero envía el escrito oficial para la clausura:
“Os pido conservar y mantener entre vosotros la llama del olimpismo renovada y perseverar en los principios y las instituciones que son necesarias para ello: en primer lugar la igualdad la legalidad de las grandes categorías de los deportes individuales: deportes atléticos y gimnásticos, deportes de combate, deportes náuticos, deportes ecuestres...
El uso de la bandera olímpica que reúne los colores de todas ,las naciones y simboliza los cinco continentes unidos por el deporte.
Seguidamente los concursos de arte que asocian a la bella actividad muscular las obras de pensamiento inspirado por la idea deportiva el juramento de los atletas que asentado sobre el sentimiento del honor, encierra el germen de la única solución eficaz del problema del amateurismo.
El ceremonial y las fórmulas de inauguración y clausura de los Juegos con el saludo final al helenismo de donde proceden.
La autoridad del Comité Internacional cuya independencia garantiza el mantenimiento de las tradiciones sin que esto implique negativamente en las cuestiones técnicas.
Creo que cada vez mas los grandes torneos organizados al margen de los Juegos deben tener su plena autonomía y nunca deben ser confundidas con los Juegos cuya primera finalidad es la glorificación del atleta individual.
Espero que cada vez mas la sucesión regular de las Olimpiadas ayudará a marcar el ritmo de la vida deportiva, a preservarla contra sus propios excesos...
Amsterdam disfrutó de un ambiente total de paz y armonía tras 20 años de problemas económicos y de guerras, revitalizándose los Juegos con el retorno de Austria y Alemania, tras 16 años de ausencia (desde 1912). Por primera vez se instaura por el Comité Olímpico que el calendario de los Juegos no debe sobrepasar dieciséis días de competición, en todo caso consecutivos. El calor e ilusión con que Ámsterdam acogió a los deportistas y visitantes lo demuestra el hecho de que sus ciudadanos habilitaron sus casas para acogerlos, aunque Estados Unidos e Italia, entre otras representaciones, prefirieran vivir en los transatlánticos en que se habían trasladado, aquellos en el Presidente Roosevelt.
+ información...

Mascota



Antorcha



Medallas